domingo, 7 de septiembre de 2008

¿COMO SE FABRICA UN PADRE?

En el taller más extraño y grande conocido, se reunieron grandes arquitectos, afamados carpinteros y los mejores obreros celestiales que debían fabricar al padre perfecto:

-Debe ser fuerte- comentó uno.
-También, debe ser dulce- comentó otro experto.
-Debe tener firmeza y tiene que saber dar buenos consejos-.
-Debe ser justo en momentos decisivos, alegre y comprensivo en los momentos tiernos-.
-¿Cómo es posible, poner tal cantidad de cosas en un solo cuerpo?- preguntó un obrero.
-Es fácil- contestó el ingeniero -sólo tenemos que crear un hombre con la fuerza del hierro y que tenga un corazón dulce-.

Todos rieron ante la ocurrencia y se escucho una voz (era el Maestro, dueño del taller del cielo):

-Veo que al fin comienzan- comentó sonriendo.- No es fácil la tarea es cierto, pero no es imposible si ponen interés y amor en ello-.

Y tomando en sus manos un puñado de tierra, comenzó a darle forma.

-¿Tierra?- preguntó sorprendido uno de los arquitectos- ¡Pensé que lo fabricaríamos de mármol, o marfil o piedras preciosas!-.
-Este material es necesario para que sea humilde- le contestó el Maestro.

Y extendiendo su mano sacó de las estrellas oro y lo añadió a la masa.

-Esto es para que en pruebas brille y se mantenga firme-.

Agregó a todo aquello, amor, sabiduría, le dio forma, le sopló de su aliento y cobró vida, pero... faltaba algo, pues en su pecho le quedaba un hueco.

-¿Y qué pondrás ahí?- preguntó uno de los obreros.

Y abriendo su propio pecho, y ante los ojos asombrados de aquellos arquitectos, sacó su corazón, y le arrancó un pedazo, y lo puso en el centro de aquel hueco.

Dos lágrimas salieron de sus ojos mientras volvía a su lugar su corazón ensangrentado.

-¿Por qué has hecho eso?- le preguntó un ángel obrero.

Y aún sangrando, le contestó el Maestro:

-Esto hará que me busque en momentos de angustia, que sea justo y recto, que perdone y corrija con paciencia, y sobre todo, que esté dispuesto aún al sacrificio por los suyos y que dirija a sus hijos con su ejemplo, por que al final de su largo trabajo, cuando haya terminado su tarea de padre allá en la tierra, regresará hasta mí. Y satisfecho por su buen trabajo, yo le daré un lugar aquí en mi reino, porque mi reino es su reino. Le daré mi mano, descansará en mi pecho y tendrá Vida Eterna-.

-Pues yo también soy Padre y por él, por su bien, para otorgarle vida, me arranqué del corazón un pedazo de amor y lo puse en su pecho. Para que a mí regrese, para mostrarle que aunque es duro ser padre, cuando abres tus brazos y perdonas, la recompensa es vida, gozo y amor eterno-.

1 comentario:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Sin palabras, me has dejado sin palabras.
besos
je.

Relajación- clasica, celta y espirituaL - lA musica de lOs dioses - Musica Instrumental